Hombres del maíz
Para 1502, cuando llegaron los españoles arribaron a estas tierras, se encontraron con un pueblo indígena compuesto por grandes guerreros y hábiles artesanos: Los lencas.
Al arribo de los conquistadores, los lencas se encontraban divididos en cuatro grandes pueblos unidos por lengua y cultura similares. Los lencas se caracterizaban por una sociedad dividida en clases sociales y una agricultura basada, principalmente, en el cultivo del maíz, frijol, ayote, chile y el cacao. Las guerras entre si eran comunes y una forma de mantener la paz, era a través de alianzas que conocemos ahora como Guancascos.
Tras la conquista, la mayor parte de los lencas fueron reducidos y fraccionados en diversos asentamientos; otros, se refugiaron en las alturas de las montañas, destinados a perderse en el olvido y el tiempo. En las primeras décadas del siglo XX, desapareció la lengua lenca. Con ella, se extinguió un vasto archivo de conocimientos transmitidos de una generación a otra. Memorias de guerreros notables, eficientes agricultores y exquisitos artesanos desaparecieron para siempre.
Han pasado más de quinientos años desde aquel primer encuentro y la pregunta es obligada. ¿Dónde está ahora el pueblo del gran cacique Lempira? En la actualidad, el pueblo lenca se encuentra distribuido en más de 600 aldeas, la mayoría de ellas en los departamentos de Intibucá y Lempira. En menor número, se les encuentra también en los departamentos de Valle, Comayagua, La Paz, Santa Bárbara y Francisco Morazán.
Una de las costumbres que ha permanecido e identifica al pueblo lenca es su alfarería tradicional, columna básica de su cultura. Ollas, cantaros y comales conservan las mismas formas usadas desde tiempos prehispánicos. Herencia que se transmite únicamente de madre a hija, de generación en generación. Herencia en barro.
Hoy en día, la mayoría de los hondureños somos el resultado de aquella suma inicial entre españoles y lencas. El mestizaje.