El YouTuber e influencer de origen japonés Shin Fujiyama recaudó más de 40 mil dólares, sobrepasando su meta de 25 mil, logrando colectar 978, 400 lempiras, con la finalidad de apoyar a los niños de la escuela Villa Soledad a cumplir sus sueños y que puedan cursar una carrera universitaria. Cada uno de los fondos recaudados serán para brindarles una beca universitaria a los estudiantes egresados de dicho colegio.
En sus redes sociales, el influencer japones se mostró muy agradeció todo el apoyo que ha recibido, ya que nunca se imaginó el alcance que obtendría. El influencer planea construir mil escuelas y poco a poco se va acercando a su meta; actualmente esta trabajando en la escuela número 70 en donde se brinda educación gratuita y bilingüe.
“Superamos nuestro objetivo de recaudar 25 mil dólares para enviar a más estudiantes de Villa Soleada a la universidad. Juntos, recaudamos más de 40 mil dólares para ayudar a los niños en Honduras a convertirse en médicos, abogados, ingenieros y lo que sea que sueñen”, compartió Shin Fujiyama en las redes sociales.
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Hondureño de corazón
Shin Fujiyama nació en Japón, pero vivió parte de su niñez en Brasil, luego llegó a Estados Unidos, donde se formó académicamente y una casualidad lo trajo a Honduras, de donde ya no planea irse, al menos hasta cumplir su sueño de construir en el país 1,000 escuelas.
El YouTuber llegó a Honduras cuando aún era estudiante universitario, luego de que su clase tuviera que realizar un viaje como voluntariado a un país necesitado en América Latina; el destino inicial era un país del Caribe, pero por cosas de la vida el viaje fue cancelado y se eligió Honduras como segunda opción.
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Al llegar a El Progreso, Yoro y ser testigo de las múltiples necesidades que los habitantes del sector y las carencias de cosas básicas como una vivienda digna o acceso a educación; sintió la necesidad de ayudarlos de alguna manera. De allí comenzó a formar la idea de construir una fundación para recaudar fondos, pues él se desempeñaba en Estados Unidos como limpiador de pisos, por lo que su sueldo apenas alcanzaba para pagar sus estudios.
Tras graduarse, abandonó las comodidades de su hogar, a su familia y su sueño de convertirse en doctor como segunda carrera; tomó una maleta y viajó a Honduras. Donde hoy ya a avanzado mucho en su proyecto con la fundación “Students Helping Honduras” y nos comparte todas sus aventuras en el país en su canal de Youtube.
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