Uno de los símbolos patrios más importantes de Honduras se encuentra pintado en el pico del avión más famoso del mundo. «El Espíritu de San Luis» es el nombre de esta aeronave que se volvió muy famosa a nivel mundial por haberle dado la vuelta al planeta entero. Durante su travesía, este majestuoso avión hizo una parada en tierras hondureñas para reabastecerse; en ese lapso de tiempo Charles Lindbergh, el piloto que volaba la nave recomendó a las autoridades del país construir el segundo aeropuerto internacional.
Después de haber logrado esta gran hazaña, la aeronave salió de operaciones y se convirtió en uno de los tesoros de la aeronáutica; el cual hoy en día se encuentra exhibido en el Museo de Aire de Washington. Para los hondureños es un orgullo que la bandera este en uno de los tesoros más famosos de la aviación.
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El Espíritu de San Luis
Un hito que marco la historia de la aviación en 1927. Es la vuelta al mundo que realizó el avión El Espíritu de San Luis, pilotado por Charles Lindbergh. Siendo el primer piloto en realizar esta hazaña de vuelo en el transatlántico sin escala entre Nueva York y Paris, catapultando a Lindbergh como una celebridad y a su nave en la más famosa de todo el planeta.
Por lo que decidió recorrer los países latinoamericanos de buena voluntad y como señal de cuales habían sido esos países que visito con su legendario avión, colocó la bandera de cada uno de ellos. Entre las que se destaca la bandera de Honduras.
Durante la visita a Honduras, Charles Lindbergh aterrizó en el aeropuerto internacional Toncontín. Para ese tiempo el piloto ya era muy reconocido mundialmente, lo recibieron con todos los honores de Casa Presidencial por el presidente de ese entonces Miguel Paz Barahona.
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El piloto aprovecho esta oportunidad para hablar con el presidente y recomendarle que construyera el segundo aeropuerto internacional en el bello municipio de San Lorenzo, Valle. Pues era una posición estratégica para realizar vuelos cómodos a los países hermanos de Nicaragua, El Salvador, Guatemala; también era ideal para hacer una conexión con México y Estados Unidos.
La empresa que se encargó de construir el aeropuerto en 1927, fue la Pan American Airways. Cabe mencionar que Amapala se aprovechó de esto; pues desde San Lorenzo se hacían vuelos internacionales en hidroavión (un avión capaz de despegar y aterrizar en una superficie de agua).