Los amantes de los girasoles tienen un nuevo espacio para admirar la belleza de estas flores, en la Hacienda Amatal, donde se encuentra el famoso «Paseo de los Girasoles«. Ésta se ubica en la comunidad de La Estanzuela, a 4 kilómetros de Copán Ruinas, en el occidente de Honduras. El espacio verde estuvo operando desde octubre del pasado año 2020, y desde entonces se ha convertido en una parada obligada.
Mauro Renato Cueva Alvarado y su familia, crearon este hermoso campo de girasoles en su finca, teniendo como objetivo principal alimentar a su ganado y producir mejor leche. Sin embargo, debido a lo atractivo del lugar comenzó a captar la mirada de las personas, por lo cual en pocos meses se convirtió en un destino turístico.
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Un destino cautivador en Copán
El comienzo de este proyecto se fue dando poco a poco, ya que los dueños del lugar comenzaron invitando amigos y familiares para que disfrutaran de la vista de los girasoles, así se fue capturando ese bello momento y publicándolo en redes sociales; ahí cuando muchas personas se interesaron en conocer la ubicación para visitarlo. Con el tiempo comenzaron a recibir visitas de medios locales y se comenzó a popularizar.
Actualmente hay dos lotes, uno que está en floración y otro que está siendo sembrado. “Dentro de poco habrá varios lotes en diferentes etapas del ciclo del girasol”, manifestó Mauro Cuevas a Honduras Tips.
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En los feriados nacionales, la familia Cuevas desea realizar siembras especiales, con parcelas más grandes; incorporando áreas de descanso, cafetería, vivero y espacio para juegos infantiles, todo para entretener más a los visitantes.
El paseo de los girasoles está abierto los siete días de la semana, a partir de las 10:00 am hasta las 5:00 pm; pero si usted desea disfrutar un poco más, se le puede extender el tiempo hasta las 6:00pm. La entrada tiene un costo de aproximadamente de L. 25 por adulto, mientras que los niños de 10 años o menos, entran gratis.
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“Enfocándonos mi esposa y yo en cómo mejorar la alimentación para el ganado, decidimos probar dietas especiales; en este caso con el girasol y sembramos una parcela en el mes de octubre. Sin imaginarnos que debido a los huracanes, Eta e Iota, perderíamos los demás cultivos (maíz y sorgo), quedando la parcela de girasol intacta ya que la inundación no la alcanzó”, agregó Cuevas.
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En diciembre, un mes después de los desastres, don Mauro, sus hermanos y su familia disfrutaron del paseo a la hacienda, para contemplar el espectáculo de los girasoles, como un mensaje de esperanza, ya que fue lo único que los huracanes no dañaron en la finca