El inicio de abril marca el comienzo del mes en que se festeja la Herencia Africana en Honduras. Misma que arrancó con una caravana desde la colonia Kennedy y finalizó con un alegre desfile por el Paseo Liquidámbar, en el centro de Tegucigalpa.
El Centro de la Cultura Garinagu de Honduras (CENCULGARH), la Dirección de los Pueblos Indígenas y Afrohondureños (DINAFROH) y la Dirección Ejecutiva de Cultura y Artes (DECA), se han unido para celebrar a lo grande los 222 años de presencia africana en Honduras.
La alegría que caracteriza a los garífunas es sumamente contagiosa, pues a lo largo del Paseo Liquidámbar -conocido también como “la peatonal”- las personas sonreirían y se detenían a ver sus bailes. Incluso sacaban sus teléfonos para tomar fotos o videos para llevarse un recuerdo de lo que ocurría.
El Director Ejecutivo de El Centro de la Cultura Garinagu de Honduras, Armando Crisanto, estuvo presente de principio a fin, bailó al ritmo del Ballet Nacional Folklórico Garífuna y disfrutó cada minuto del desfile. Crisanto expresa con emoción que abril es el mes más bonito del año, pues en abril se conmemora la llegada de los primeros afrodescendientes a Honduras.
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Reconocidos por su fuerte cultura
Entre las costumbres que caracterizan la fuerte cultura garífuna sobresalen su baile, la punta y su famoso cazabe (que es una tortilla a base de yuca). Cabe resaltar que el baile “la punta” es popular en Honduras y ha traspasado fronteras por tener ritmo pegajoso. Sin embargo, es importante saber que según la tradición garífuna, este baile es realizado como una despedida a un difunto por parte de los familiares.
El cazabe también es un elemento gastronómico que nos hace reconocer a los garífunas, ellos lo consumen para remplazar la tortilla de maíz. Las comunidades garífunas lo utilizan para acompañar cualquier tipo de comida.