Personas de buen corazón

El trabajo que hacen los voluntarios y empleados es arduo pero gratificante. Este consiste en separar las iguanas en diez jaulas, dos son destinadas a iguanas bebés que permanecen en el criadero hasta cumplir un año de edad, las ocho jaulas restantes son destinadas a los reptiles en edad reproductiva.

Los voluntariados grandes y pequeños llegan a temprana hora a este parque para preparar el alimento de las iguanas, cambiar el agua o simplemente asear la jaula. Esta es una oportunidad única, ya que estas personas de buen corazón lograr apreciar de cerca estas especies que no tienen ninguna intención de dañar al ser humano.

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