En el departamento de Choluteca se encuentra El Corpus, un pueblo muy humilde que, sin embargo, tiene una misteriosa historia que pocos hondureños conocen. Este municipio es famoso porque es una zona minera donde se puede encontrar oro y plata, la mayoría de sus pobladores se dedican a excavar en lo más profundo de las montañas para obtener estos metales preciosos y luego venderlos ya que esta es su fuente de ingresos.
Todo comenzó cuando los españoles encontraron la mina Clavo Rico, esta fue su mayor fortuna porque encontraron pequeños pedazos de oro, sin embargo, se sorprendieron porque la forma del oro era de lagarto.
Los mineros extranjeros corrieron la voz de este hecho inusual y comenzaron a murmurar que podía ser un lagarto mayor el que estaba dejando este tesoro por todo el pueblo.
Los españoles usaron a los pobladores de El Corpus para agilizar la excavación en las montañas hasta encontrar al famoso animal de oro. Al parecer el lagarto por donde pasaba dejaba pequeñas pepitas de oro y los mineros comenzaron usar esas piezas como pistas para encontrarlo.
Un día los españoles lograron ver la cola del lagarto y uno de ellos pegó un grito diciendo: “Ahí está el lagarto, puedo ver su cola”, en ese momento el pueblo de El Corpus comenzó a temblar y todos los habitantes se asustaron y no sabían la razón del temblor. El minero que vio el animal mencionó que el lagarto era muy grande y cuando gritó, el animal huyó y con su cola golpeaba la tierra, y por esa razón ocurrió el temblor.
El afán incrementó tanto que se volvieron locos los españoles y no descansaban hasta lograr atrapar al lagarto de oro, pero su suerte cambió una tarde cuando estos extranjeros notaron que el animal estaba refugiado debajo de la iglesia y sin temor alguno se lanzaron a él para atraparlo, sin esperarse que el lagarto poseyera tanta fuerza para derrumbar todo el túnel que habían construido hasta dejarlos soterrados.
Esta fue la última vez que vieron al lagarto de oro, los pobladores se manifestaron y pelearon para que dejaran en paz al animal porque tenían miedo que el réptil de oro destruyera sus hogares.
Los corpeños mencionan que a veces sienten ciertos temblores muy cerca de la iglesia y ellos consideran que es el lagarto de oro que está pasando por esa zona.