Trujillo
Entre tesoros coloniales, y amurallada por el imponente mar Caribe, así es Trujillo, una de las ciudades más antiguas del país, con 492 años de historia. Aunque es antiquísima, su belleza natural se conserva o ha sido levantada cuidadosamente para el deleite de los turistas nacionales o internacionales.
Trujillo posee un mar de azul perfecto, con una bahía de las más profundas del Caribe. Sus aguas guardan el banco de estrellas más grande de Centroamérica, así como arrecifes coralinos poco profundos, ideal para la práctica del esnorkel.
Entre sus lugares más emblemáticos está la fortaleza Santa Bárbara, construida hace más de 400 años; en el interior de la fortaleza además hay un museo que cuenta la historia y parte del pasado del municipio.
El casco histórico es perfecto, donde se ubica el museo Rufino Galán, con una inmensa cantidad de objetos que van desde colecciones de piezas mayas y pech hasta bombas de avión, rifles de principios del siglo pasado, bóvedas de banco de hace más de 80 años, además de una iglesia blanquecida, con un parque con estatuas de mujeres que representan las cuatro estaciones.
Aunque su valor colonial se puede apreciar a simple vista en el centro, su mejor carta de presentación, es su basta naturaleza, con humedales como la Laguna de Guaimoreto, donde se pueden hacer paseos en kayak por los canales de al menos 3 tipos de manglares.
Si desea aventurarse en el montañismo puede visitar el Parque Nacional Capiro y Calentura, unas montañas gemelas que vigilan la ciudad trujillana.
Si de culturas vivas se trata, Trujillo es una mezcla perfecta entre Pech, Garífunas, criollos y ladinos. Esta ciudad es rica en historia y escenario en el pasado de pelea de piratas y bucaneros.