La Sábana Santa o el Santo Sudario es una de las piezas arqueológicas más estudiadas de la historia, por la cantidad de misterios que todavía muchos científicos no han logrado descifrar.
Desde tiempos remotos, este manto con el que se dice se envolvió el cuerpo de Jesucristo luego de su crucifixión, ha sido estudiado por muchos científicos alrededor del mundo, tratándose de una tela de lino que muestra la imagen fotográfica en negativo de un hombre.
Se trata de una pieza de lino de 4’41 metros de largo y 1’13 metros de ancho, encontrándose la original en la catedral de San Juan Bautista de Turin en Italia.
Por la parte narrada en los evangelios, este lienzo muestra varias señales de tortura como:
– las señales de los clavos en manos y pies;
– la “corona de espinas” alrededor de la cabeza;
– las señales de los azotes; la herida del costado;
– la ausencia de fractura de huesos de las piernas.
El sudario ha sido sometido a rigurosos estudios, llevando a descubrir interesantes aportaciones a la ciencia y a la fe.
Importantes descubrimientos
Expertos de la NASA en el año de 1977, utilizando un ordenador, descubrieron que la imagen tiene propiedades tridimensionales que no pertenecen ni a pinturas o a fotografías. Luego en 1978, la iglesia permitió que varios eminentes científicos analizaran dicho manto, dando como resultado hallazgos fuera de lo convencional.
Por un lado, se han descubierto rastros de flores por todo el cuerpo, identificando hasta 25 variedades, que florecían en abril. Una de las plantas, sólo crece en un punto del mundo: cerca de Jerusalén, como afirma un experto botánico de la universidad hebrea. Todos estos datos y más, indican que la Sábana procede del siglo I en Palestina.
Los rastros de sangre es sangre de un hombre que padeció una muerte traumática asegura el químico Alan Adler, quien además afirma que tanto los análisis químicos como la florescencia amarillo-verdosa visible bajo luz fluorescente, indican la presencia de flujos de sangre.
Esta sustancia era desconocida hasta el siglo XX, por lo que no puede ser la obra de un artista medieval. Adler piensa que la imagen fue producida por algún proceso de radiación.
Miles son los historiadores que han documentado la relación de la fe con la ciencia, en torno a la Sábana Santa, pero algo extraordinario sucedió cuando abrieron la tumba de Jesús en el Santo Sepulcro en octubre de 2016, para su restauración, encontrando una sorprendente radiación electromagnética que descontroló los instrumentos de los científicos.
Pero además, investigadores de la Universidad de Murcia informaron, el 31 de marzo de 2017, que encontraron marcas de la lanza que atravesó a Jesús ya muerto en la cruz.
La réplica de la Sabana Santa se encuentra en la Basilica de Suyapa para recibir a miles de visitantes y conocer los diferentes puntos de vista: el religioso, el científico y el histórico.
El horario para asistir es de 8:00 am a 8:00 pm hasta el 27 de agosto.