Desde tempranas horas, el público asistió el sábado 2 de julio de 2016 con mucha expectativa a la avenida Circunvalación de San Pedro Sula para apreciar el colorido desfile y degustar los distintos platillos propios de la Feria Juniana.
Personas de todas las edades fueron testigos del cierre de esta arteria principal de la denominada Capital Industrial, y vivieron momentos relajantes en un escenario totalmente distinto al habitual en Circunvalación.
En esta galería podrá apreciar algunas de las delicias gastronómicas que se ofrecieron, al igual que el ambiente ameno de los sampedranos y visitantes.
Palomitas de maíz en su presentación original, puso el toque de feria a los visitantes.
Otro antojo que indica el ambiente de feria: el algodón de azúcar.
En la avenida Circunvalación también se ofrecieron ventas de manualidades como este recipiente para colocar tortillas.
Las tajadas de plátano verde, fueron otro de los acompañantes de muchos bocadillos previo al desfile de carrozas en San Pedro Sula.
Papas fritas y embutidos, es una opción gastronómica que se está posicionando en muchas ferias del país.
Los espectadores del gran desfile de carrozas se acomodaron en las aceras de avenida Circunvalación.
Las tradicionales nieves no pudieron faltar en la celebración de la Feria Juniana.
Familias enteras y grupos de amigos se distribuyeron entre la mediana de la avenida Circunvalación y en el carril de norte a sur.
El aroma a carne asada invadía el ambiente, aquí en una de sus presentaciones: pinchos.
Los chorizos ayudaron a romper la dieta de muchos.
Las tajadas con repollo de color sirvieron para «engañar» el hambre mientras se esperaba el desfile de carrozas.
Los puestos de comida prepararon en vivo sus opciones gastronómicas. Aquí se observa la práctica en este tipo de corte de tajadas de guineo verde.
Los visitantes de todas las edades disfrutaban el ambiente previo al desfile de carrozas.
Un menú con muchos complementos es lo que se ofreció en los puestos de venta de comidas.
Las pupusas fueron otra opción para quienes buscaban alimentos prácticos.
Cerca de la Fuente Luminosa, la población sampedrana y visitantes se aglomeraban para tener la primera impresión de las carrozas.
Los pastelitos de harina de trigo también deleitaron a los visitantes.
Las ventas ambulantes de bocadillos y otros productos se mezclaron con el entorno festivo.
Los mangos «camulianes» ni verdes, ni maduros, fueron la tentación de muchos visitantes en la avenida Circunvalación.
La venta de sombreros no pudo faltar, con ellos se acompañaron las famosas «vinchas» con iluminación incluida.
El arte tuvo su espacio con este pintor que exponía la importancia de apoyar el talento hondureño.
Los bocadillos tradicionales de una feria se hicieron presentes con palomitas, semillas e inclusive dulces típicos.
Y para mitigar el calor, se ofreció agua de coco bien fría en su recipiente original.
Hot Dog, otro bocadillo práctico tradicional de las ferias, también estuvo presente en el menú de calle.
El entretenimiento se vivió con este personaje que repartía sonrisas a cambio de una propina y venta de figuras hechas de globos.
Uno de los platillos insignes de Honduras no podía faltar: La baleada.
Los visitantes en la 5 calle y avenida Circunvalación se prepararon con mucha expectativa, ya que estaban cerca del estrado de la alcaldía sampedrana.
Artesanía y otros artículos de cuero fueron expuestos para quienes buscaban complementar su estilo.
Las ventas de comida y de varios artículos se conglomeraron en el carril de sur a norte de la avenida Circunvalación.
Tradicionalmente localizados cerca del parque central de San Pedro Sula, los rastas no desaprovecharon la oportunidad de ofrecer sus productos, inclusive retratos dibujados a quienes lo solicitaban.
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