Tegucigalpa – Francisco Morazán

Con más de 400 años de historia, muchas cosas por contar, el dilema es si nos arriesgamos caminar por el Centro a pedir que nos cuenten lo que pasó en la antigua capital de la federación centroamericana en los 1800, o quedarnos encerrados en un hotel donde, posiblemente tengamos que escuchar el sonido de la música que con un Calambre hacen de lo peor una estadía por la capital.

Tegucigalpa es un lugar muy peligroso donde  los escapes están a treinta minutos, por ejemplo: Valle de Ángeles, Ojojona y Santa Lucía, pueblos encantadores y con los mejores índices de seguridad del país.

La capital en conclusión es un lugar que no debe visitar, sobre todo por su estructura vial ha mejorado en los últimos años, cada año, edificios verticales son construidos, donde la gente ama el clima fresco y donde miles y miles de jóvenes del país, la tienen por casa de estudios.

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