Le invitamos a leer un poco más del Occidente de Honduras en un artículo redactado por revista Nómada, en su portal digital . Esta revista se especializa en realizar investigaciones sobre turismo, tiene sede en México:
Occidente de Honduras por Nómada:
Un par de zapatos cómodos y una cámara son los requisitos mínimos para conocer el Occidente de Honduras, una zona llena de contrastes donde el visitante siente y vive paso a paso la historia de todo un continente, una zona donde una increíble belleza natural es solo el escenario de comunidades donde el contacto entre el viejo y el nuevo mundo se pueden tocar y sentir, donde hasta tomar una simple taza de café es un evento memorable ya que se degusta el mejor café del mundo acompañado de manjares de maíz que son identidad de los pueblos precolombinos.
Menuda sorpresa para los visitantes es encontrar comunidades enteras llenas de personas de piel blanca y ojos azules o verdes y no de tés trigueña y ojos oscuros como sería lo lógico pensar, comunidades donde los europeos dejaron plantada su semilla y cuyos retoños son muestra viva de la presencia del viejo mundo, pueblos completos de herencia española e incluso todo un pueblo de descendientes de judíos que contrastan con decenas de comunidades enteras de herencia indígena Maya y Lenca donde aún se hablan lenguas milenarias como el Maya Chortí, todo un abanico de razas y culturas vivas.
Pero esos contrastes no se restringen a las personas, eso se siente también al conocer la arquitectura de los pueblos donde las calles empedradas son rodeadas por casas de adobe y antiguas iglesias, combinaciones de colores vivos tal la herencia Lenca con el clásico blanco tradicional de los españoles, y se trata de comer, es toda una experiencia astral, el maíz en cientos de combinaciones que van desde una simple tortilla hasta el más elaborado nacatamal, vinos artesanales y hasta hongos comestibles, en fin, la verdadera dimensión solo se puede describir sentándose en una mesa a la luz de un candil.
Hablar del Occidente de Honduras es conocer los bosques enanos de Intibucá, arboles de cientos de años que solo miden unos cuantos centímetros de altura cuando sus hermanos miden decenas de metros de alto, fenómeno natural que sucede sin intervención humana, hablar de occidente es hablar de agua, lagunas como Chiligatoro y Madre Vieja, localizadas en las altas montañas donde la niebla se encarga de dar el toque místico y enigmático, ríos y cataratas por doquier, aguas termales donde su relax tiene garantía total, hablar de Occidente es hablar de abundante biodiversidad en los diferentes parques nacionales de la zona, hablar de occidente es un tema interminable.
El Occidente es fácilmente transitable por una red de carreteras y también por vía aérea por medio del recientemente inaugurado aeropuerto de Gracias Lempira y también por el aeropuerto de Río Amarillo, localizado a pocos kilómetros de Copán Ruinas.
Un viaje al occidente de Honduras no se puede considerar concluido sin la visita a las mundialmente famosas Ruinas de Copán, un destino de clase mundial.