Los sampedranos saben disfrutar de la comida que se vende en los negocios formales pero también saben degustar los platillos que ofrece el comercio informal. A pesar del temor que genera la inseguridad, el sampedrano se deleita con la oferta gastronómica de los pequeños restaurantes ubicados en carpas a la orilla de las calles y bulevares.

Este tipo de ventas son populares porque los horarios de atención son extendidos y la cantidad de alimento que sirven es abundante.

Las comidas urbanas más consumidas son los pollos con tajadas y las baleadas.

Otras comidas con gran demanda son la carne asada con tajadas, chuleta, sopas, pastelitos y pupusas. Los dueños de ese tipo de negocios deben empezar la elaboración desde las 4:00 am para tener todo listo a la hora de afluencia.

Clara Dubón, dijo que es deber de los sampedranos llevar a los visitantes a probar alguno de los lugares de comidas más conocidos: “Es pecado que venga alguien de afuera y se vaya sin comer baleadas o el llamado pollo chuco”.

Baleadas

Las baleadas son una tentación irresistible de la costa norte.

Las baleadas son una tentación irresistible de la costa norte.

En San Pedro Sula el consumo de baleadas es tan alto que los negocios que las venden en la Tercera Avenida abren las 24 horas del día.