El café de la finca Mi Esperanza, en la aldea Guasore, La Paz, producido por Lucinda Vásquez Romero, convenció a 27 catadores y ganó ayer el primer lugar en la competencia Taza de Excelencia.
Es la primera vez en 11 años que una mujer se lleva ese ansiado premio que le permitirá lograr mejores contratos de compra-venta a largo plazo y con buenos precios, obligándola a mantener la calidad del café que produce.
El evento de la premiación se realizó el viernes 9 de mayo de 2014 en San Pedro Sula, adonde asistió el presidente Juan Orlando Hernández. La catación se hizo durante la semana.
Los experimentados y certificados catadores mundiales, 24 internacionales y 3 nacionales, caracterizaron el aromático de Lucinda como un grano con fragancias a jazmín y rosas rojas, sabor floral, maracuyá y melocotón, con una acidez refinada a cerezas, un cuerpo delicado, sutil y armonioso, transparente como un cristal y un gusto posterior delicado, persistente y entonador. El café ganador es de la variedad villa sarchi y obtuvo una calificación de 92.15%.
El galardón fue entregado por el Presidente Hernández, quien envió un mensaje de esperanza a los productores de café y los exhortó a seguir produciendo los mejores granos para poner en alto el país.
Desde 2004, el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), en alianza con Taza de Excelencia, ha desarrollado un programa para identificar y promover el potencial de los cafés especiales de Honduras. Durante 11 años, el Ihcafé ha ejecutado el programa un evento de competitividad y calidad para identificar y reconocer los mejores granos producidos en el país.
Taza de Excelencia fomenta las buenas prácticas de producción y transformación amigables con el ambiente y busca el posicionamiento del aromático hondureño en los mercados de café especiales por su calidad a escala internacional.
Es una competencia que consiste en la búsqueda, la selección y la premiación de los cafés finos producidos en Honduras, procedimiento regido por un estricto proceso de selección que inicia con la cosecha, la recolección de muestras, seguidas por una competencia nacional e internacional donde experimentados y certificados catadores tienen la difícil tarea de encontrar los mejores atributos (aroma, cuerpo, acidez, fragancia y posgusto) y sabores del aromático hondureño.
Con la competencia se promoverá el reconocimiento económico para los caficultores y se darán a conocer las características y cualidades de excelencia de sus cafés, mostrando a especialistas y consumidores locales e internacionales los mejores y especiales atributos del grano hondureño para obtener precios internacionales, diferenciados mediante una subasta electrónica.
El año anterior, el café de Jorge Alberto Lanza, ganador del primer lugar, alcanzó un precio de 25.50 dólares por libra y el quintal llegó a $2,520 dólares.
Los productores se muestran satisfechos con este tipo de eventos porque les dan la oportunidad de dar a conocer su producto.
Este año, 500 productores mandaron muestras y 40 pasaron a la etapa internacional; 23 obtuvieron notas arriba de 85% y entraron a la subasta electrónica que se desarrollará el 17 de junio y en la que participarán compradores internacionales.
“Estoy feliz. Gracias a Dios por este premio. Este es el esfuerzo de mi esposo, mis hijos y mi familia, que me han impulsado”, dijo Lucinda Vásquez minutos después de recibir su reconocimiento por tener el mejor café de Honduras.
Emocionada y agradecida con los técnicos de Ihcafé, motivó a las productoras a creer en ellas y en sus fincas. “Yo tenía fe y Dios me ayudó. Es una muestra de que las mujeres podemos y somos capaces de sacar el país adelante”. Vásquez dice que tiene seis manzanas de café cultivadas con esfuerzo familiar.
Lucinda es madre de dos varones. Afirmó que el café es el sustento de su familia y que hoy se le ha dado la oportunidad de comercializar bien su grano. La productora tiene su finca en La Paz, municipio de Santa Elena. El aromático es producido a una altura de 1,573 metros sobre el nivel del mar.
Tomado de Diario La Prensa.