Ayvi Romero Panaifo comparte: «Una de las cosas que me encanta del país es la belleza que vi en los niños garifunas en Cayos Cochinos.»
Cayos Cochinos es un refugio único para los viajeros que buscan un escape de los centros turísticos muy concurridos y los paisajes urbanos. Es ideal para hacer snorkeling o buceo entre los espectaculares arrecifes coralinos, involucrarse con proyectos de conservación y conocer la cultura y gastronomía Garífuna.
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El monumento de la humanidad «La Cruz de Chatarra», en Santa Ana, Francisco Morazán.
La Cruz de Chatarra fue ideada por el señor Napoleón Nazar y posteriormente construida por Miguel Roca, utilizando de materiales para la obra, como su nombre lo indica, el chasis de un bus. Antes de ubicarse en la loma donde actualmente se encuentra, en la carretera hacia Santa Ana desde Tegucigalpa, la cruz se encontraba ubicado en el cerro La Picona.
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«Orgullosa de los rincones mágicos de mi Honduras! Amo Honduras, no hay otro lugar que quiera conocer hasta el ultimo rincon mas que mi bella Honduras!»
La zona del Lago de Yojoa es un destino sin igual, por su diversidad de actividades y el potencial que representa para el turismo hondureño. Desde la oportunidad de admirar las diferentes facetas de la naturaleza y diversión para todas las edades en el agua, hasta una experiencia gastronómica casi ineludible que es casi una tradición para viajeros sobre la carretera, es un destino que no puede obviar en su recorrido por Honduras.
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«Un pedacito de las playas de Puerto Cortés», capturado por Aryani Enamorado.
Puerto Cortés es un destino excelente para días feriados, fines de semana y Semana Santa, ya que se encuentra cercano a la ciudad, pero con ambiente muy propio de ciudad pequeña costera.
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Cayos Cochinos capturado por el lente de Kerim Perdomo.
Cada año, cientos de turistas visitan Cayos Cochinos por la belleza de sus arrecifes coralinos, por su diversidad vegetal y sobre todo animal y simplemente para relajarse en sus cayos aislados y aguas cristalinas.
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Luis Feldman nos envía otra bella postal desde Guanaja.
Esta paraíso para los amantes de la naturaleza es el que cautivó a Cristóbal Colón en su primera parada por los territorios que se convertirían en Honduras, y atrae celebridades en busca de un aislamiento total. Desde las cimas de sus cerros hasta las profundidades de los arrecifes, Guanaja le asombrará.
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Un atardecer en las playas de La Ceiba, de Martín Chahín.
¡Cómo no conocer La Ceiba! Si su riqueza natural no le convence, quizá su vida nocturna, su gente amable y sus mil encantos que la convierten en la Novia de Honduras, ¡lo animan a visitar!
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Vista espectacular en Cascata Lodge, cortesía de Orvin Chapman Drumond.
Los paisajes en el Lago de Yojoa lo pueden dejar sin aliento o inspirar a respirar más profundo y asimilar el verdor que le rodea. Entre la vegetación es posible avistar desde mamíferos de tamaño grande y mediano hasta más de 200 especies de aves, y uno no puede hacer más que disfrutar admirado esa danza armónica.
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El pueblo de Teupasenti, El Paraíso, en todo su esplendor. Fotografía de Roberth Sevilla.
Teupasenti esta ubicado al oriente de Honduras, a 101 kilómetros de Tegucigalpa. Este municipio, que forma parte de la Reserva Biológica El Chile, es un clásico ejemplar de la belleza natural del país.
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Una garza blanca volando sobre los pastisales en el occidente de Honduras, en Florida, Copán. Fotografía de Saenz Peraza.
El occidente de Honduras es un tesoro lleno de joyas: naturales, arqueológicas, históricas y culturales. Una visita a los departamentos de Copán, Ocotepeque, Santa Bárbara, Lempira, e Intibucá será un viaje por el tiempo y una puerta a las tradiciones, gastronomía y culturas vivas del país. ¡Conozca las rutas Lenca y Maya!
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Un paisaje impactante, en Los Naranjos, en el Lago de Yojoa. Fotografía de Sergio Paz.
Tres senderos muy bien trazados conducen al viajero a través de un bosque tropical de hoja ancha que envuelve el Parque Eco-Arqueológico Los Naranjos. Senderismo y avistamiento de aves, arqueología y naturaleza, ¡es un sueño para fotógrafos!
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